La idea de seguir viviendo no es apropiada.
Me lo dice el sonido hueco del silencio, que
repiquetea en mis oídos con violencia. Me lo dice el frío intenso que recorre
mi cuerpo marchito. No puedo moverme. No sé si respiro.
Sólo sé que estoy
muriendo.
Puedo percibir que
estoy tumbada porque mi cuerpo pesa y me aplasta hacia abajo, tal vez porque quiere
que me convierta en raíces y llegue hasta lo más profundo de la tierra. Tal vez
no quiere que me vaya del todo. No aún. Mis sentidos están asolados. Siento vértigo. Me
caigo, me hundo, mis pulmones se aplastan...
Antes de que pueda
despedirme de la vida, un latido resurge de mí. Fuerte. Refulgiendo
entre la oscuridad como un rayo. Reverbera por todo mi cuerpo y me da tiempo.
Apenas un segundo que me sirve para abrir los ojos. Un momento, ¿quién eres tú?
Entre la poca claridad que visualizo, unos ojos se dirigen a mí. Pero un latido
no es suficiente y la información se pierde. Vuelvo a marcharme…
Espesas neblinas borrosas. La
piel de aquel ser abrasándome como el hielo. ¿Estoy volando? Temblar. Perder el control de mis
actos. Ojos cerrados. Luchar por abrirlos. Otro latido. No puedo desvanecerme
con todo esto. No puedo ser nada.
Vuelvo a mirar a sus ojos, que
comienzan a desdibujarse en las sombras que nos rodean. Ya estoy de nuevo en el
suelo. No. Espera un momento. No te
alejes. ¿Dónde vas?... ¿Quién eres?...Y yo, ¿quién soy?
Resuélveme las dudas antes de
dejarme arder en este infierno de hielo.
El prólogo es bastante enigmático, algo que siempre me ha gustado y llamado la atención. Tengo ganas de leer otro capítulo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por leerme, espero no decepcionarte :)
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