Llueve. Y te miro. Y mi corazón enloquece.

Los ojos se cerraron. Y con ellos, se abrió el pensamiento. Volvieron los recuerdos y cómo no, paladeé el amargo sabor de la ruptura. Otra vez. Y no fue cuestión de segundos. Y ''dulcemente'' recordé también aquel sentimiento que abandoné descuidado en algún rincón de mi corazón.
Recordé que me perdí en tu mirada por primera vez en un día como hoy. Llovía. Y te miré. Y mi corazón enloqueció. Y se dibujó en mí la mayor de mis sonrisas . Entonces aquellos ojos negros ya olvidados volvieron a mirarme y esa triste sonrisa fue sólo para mí. Y me sentía como una niña pequeña. Despreocupada. Como antes. Como en aquel pasado estúpido.
Reapareció entonces el loco palpitar de este (ya viejo) corazón. Aquel palpitar que me paralizaba y a la vez me hacía temblar. Aquellas piernas, mis piernas,  temblaban violentamente al verte aparecer en cada momento.Recordé que casi no me sostenía, tu presencia me abrumaba, me alimentaba de ella.
Yo vivía a base de sueños, a base de miradas que ocultaban profundos silencios.Y todo me hizo recordar la ''yo'' de aquel ridículo ayer. Pequeña soñadora que quería aprender a volar a base de tus sonrisas. Morí en el intento. Fingir que todo era perfecto tampoco mejoró las cosas. Y perdona por ser brusca, pero fuiste una auténtica pérdida de tiempo en mi vida. Sabía que fue un error mirarte. Sonreírte. Abrir la veda hablándote. Pero lo que me supuso un verdadero problema fue enamorarme de ti.
¿Por qué? ¿Acaso es el corazón ciego al amar a la persona equivocada? ¿No siente el dolor que le produjo amarte? ¿ No recuerda las huellas de fuego que dejaron cada lágrima en mis mejillas? ¿El dolor del rechazo mostrado en cada momento? ¿No siente las delicadas cicatrices que se bordaron en su interior?
Es cierto que no fui feliz entonces. Pero aprendí a olvidarte y a vivir sin ti.
Doble vuelta de llave y te quedaste encerrado en el pasado para siempre.